Anoche estaba sentado a la mesa con mi hijo y mi mujer, en compañía de nuestra perrita, envuelto en el cálido abrazo del hogar y el amor de la familia. Mi hijo, un niño curioso y hablador, siempre nos está contando su día.
A veces me cuesta escucharle porque estoy enfrascado en mil pensamientos, pero lo que me ha contado hoy me ha dejado realmente sin palabras…
Hace tres años había participado conmigo en la salida organizada por Gemels ESG dedicada a la limpieza de la zona verde del Plis de San Paolo d’Argon. Recordando aquella experiencia, me ha contado lo que ha pasado hoy en la salida:
«¡Papá! Hoy, mientras iba en el autobús de excursión, mis amigos y yo nos divertíamos cuando ocurrió algo extraño y todos nos quedamos callados.
Vimos al conductor hacer algo realmente malo: bajó la ventanilla y, sin pensarlo, tiró un trozo de papel. Mis amigos y yo nos quedamos boquiabiertos. ¿Por qué había hecho eso? Todos le miramos, en silencio, hasta que un niño susurró: «¡No es justo!».
Con algo de valor, me adelanté y le pregunté: “Señor conductor, ¿por qué ha tirado esa basura por la ventana? ¿No le importa la naturaleza?“.
Se volvió hacia nosotros. Muy sorprendido por nuestras caras serias, nos preguntó: “¿Por qué? ¿Cree que una sola basura puede cambiar las cosas?“.
Le dije que si todos hicieran como él, el mundo se convertiría en un lugar mucho más sucio y triste. Le recordamos que el medio ambiente es de todos y nos necesita cada día.
El conductor nos escuchó en silencio, parecía estar reflexionando sobre nuestras palabras.
Felices, bajamos del autobús, convencidos de que habíamos hecho lo correcto. Mientras nos alejábamos, nos dimos cuenta de que el conductor seguía allí, le vimos abrir la puerta, bajarse y recoger la basura que acababa de tirar. Luego nos dedicó una sonrisa y nos dijo adiós con la mano».
Escuché a mi hijo con orgullo y aprendí que las palabras y los gestos de los más pequeños pueden marcar una gran diferencia.
Todo lo que hace falta es una voz amable y valiente para recordar a todos lo precioso que es el medio ambiente y cómo hasta las acciones más pequeñas cuentan.
En GEMELS creemos que los verdaderos valores de una empresa dependen en gran medida de la educación y el respeto, no sólo hacia sus empleados, sino también hacia la comunidad en la que opera.
Si todas las empresas prestaran más atención a su impacto en el medio ambiente, la situación medioambiental del mundo podría mejorar.